LONDRES, 8 de julio—Granma Internacional – Cuba - Las imágenes de pelícanos cubiertos de crudo se han vuelto "postales" familiares del derrame en el Golfo de México que, a más de dos meses de iniciarse, tras la explosión y hundimiento de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, de British Petroleum (BP), continúa sin control.
Sin embargo, ello es solo una muestra ínfima de la amenaza que se cierne sobre la enorme cantidad de aves que, en las próximas semanas, comenzarán a llegar a la región. A partir de estos días, dijo BBC Mundo, y durante los siguientes seis meses, más de 300 especies, entre 40 y 50 millones, se detendrán en el Golfo —una zona por la que pasa uno de los corredores migratorios más transitados del mundo— para anidar o descansar en su travesía hacia América del Sur.
Por otra parte, se están colocando barreras flotantes para frenar el avance del crudo tierra adentro, aunque se ha demostrado que este método no es muy eficaz, pues cuando hay mal tiempo, el movimiento de las aguas permite que el petróleo salte la cerca, dijo Notimex.
En tanto, BP informó que por lo menos hasta agosto tardará en solucionar el derrame de crudo, lo cual contradice al jefe de la Unidad de Restauración de la entidad, Robert Dudle, quien había dicho que el pozo podría ser tapado a finales de este mes.
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