domingo, 13 de junio de 2010

EL CRIC AMENAZADO




EL CRIC, EN LA LISTA DE ORGANIZACIONES AMENAZADAS POR GRUPOS PARAMILITARES.


Fuente: Consejo Regional Indígena del Cauca – CRIC – Colombia.

Coincidencia conceptual ó silencio cómplice del Gobierno Colombiano frente a las recientes amenazas de grupos paramilitares a las Organizaciones Sociales del sur occidente colombiano, lista en la que aparece el CRIC.


La junta Directiva Regional de Cabildos Indígenas del Cauca, reunida durante los días 8 y 9 de junio de 2010, en el territorios de Convivencia, Diálogo y Negociación de la María Piendamó, recibió informe de la Consejería Mayor CRIC, en donde se plantearon situaciones referidas a Educación, Asuntos económicos, Tierra, Territorio y acuerdos con el Estado colombiano, así como lo referido a minas e hidrocarburos.

Del mismo modo, se analizó un panfleto en papel membreteado de las AUC- Bloque Central, que está circulando a nivel nacional, en el cual declaran objetivo militar a varias organizaciones, políticos, defenderías del pueblo y periodistas del suroccidente colombiano.

El panfleto declara objetivo militar de manera permanente, a varias organizaciones, incluida las organizaciones indígenas CRIC, ONIC y ACIN, justificando que en estas organizaciones se “esconden ideólogos comunista del pasado, presente y futuro”.


Los debates frente al tema de las amenazas conllevaron a la conclusión que la política de seguridad democrática del presidente Uribe, al igual que el proceso de negociación paramilitar, resultó siendo un rotundo fracaso. Tanto la política como la “negociación” de Santafé de Railito, en vez de propiciar la paz y la convivencia en el territorio nacional, intensificaron la guerra, los asesinatos selectivos, las masacres, el desplazamiento forzado y, el que hoy, sin excepción, estén amenazadas por los actores de la guerra periodistas y aquellas organizaciones sociales y organismos de derechos humanos que criticamos, cuestionamos y exigimos del gobierno colombiano garantía a nuestros procesos, así como el cumplimiento de las obligaciones constitucionales y los compromisos adquiridos por el Estado con nuestros sectores en procesos de movilización.

Para el caso indígena, la guerra se ha usado como distractor para invisibilizar las jornadas de resistencia que han realizado nuestros pueblos en Corinto, Caloto, Toribío, Jambaló, Caldono y Tierradentro entre otros. Ha contribuido, de igual forma, con las instituciones para que no cumplan plenamente sus compromisos, como en el caso de la secretaría de educación en el departamento del Cauca. Por otra parte ha permitido que las multinacionales ingresen a nuestros territorios activando la violencia que siembra desolación y muerte, como se observa dramáticamente en la mayoría de los municipios del Cauca, especialmente en Morales, Buenos Aires y Suárez.

Llama la atención que las motivaciones de las amenazas paramilitares durante los últimos ocho años, sean las mismas que usan los voceros del gobierno para referirse al accionar de los movimientos sociales y de las organizaciones de derechos humanos, situación por la cual se requiere que el gobierno colombiano explique ante la opinión pública sobre su distancia o relación con dichos grupos, ya que éstos ratifican su continuidad y accionar pleno. Tal coincidencia conceptual y tanta reserva institucional conllevan a crear un clima de complacencia gubernamental con el accionar criminal de los paramilitares o por lo menos se puede intuir un silencio cómplice.

CONSEJERÍA MAYOR
CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA –CRIC
La María Piendamo, 10 de junio de 2010.

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